EL INAUDITO CANTO DE LEONCIO BUENO                                                    Segunda parte
 Iván Yauri

La división trabajo intelectual/trabajo manual es denunciada también como obra de la burguesía. La clase dominante tiene sus propios intelectuales, aunque en general todos los intelectuales resultan privilegiados socialmente frente a los obreros, que son explotados y reprimidos pero además engañados por intelectuales. E ironiza acerca de los intelectuales de izquierda, que dicen valorar a la masa trabajadora pero viven también como oportunistas privilegiados. En concreto por ejemplo aquellos que pasaron a trabajar para la dictadura velasquista, régimen basado en la FFAA y Policiales pero que se reclamaba socialista, humanista y cristiano, en una supuesta "democracia de participación plena". 
También emplea la sorna hacia los aparatos estalinistas, la famosa "nomenklatura". Por burocrática, sectaria, oportunista, medradora, abusiva y cínica, que en el Perú apoyó a la dictadura velasquista. Hace la denuncia de Stalin y sus masacres, del "socialismo real", la dictadura de partido único, la teoría del "realismo socialista" para el arte, el pacto Stalin-Hitler de 1939, los gulags, e incluso de la actitud apologética en poetas como Neruda y Guillén.
Y como parte del enfrentamiento al sistema, el trovador impío trata con sarcasmo a Dios y a la religión, rechaza la institución del Papado o hace la denuncia del papel de la Iglesia en el martirio de la científica egipcia Hypatia.
El amor y la poesía

En su trayectoria vital lo acompañan sus ancestros más cercanos: no olvida al abuelo labrador, al padre ni a la madre. Pero tampoco a los lugares que guardaron su cariño: la Facalá de su origen, las pampas de Comas, su taller “Túngar”, su definitivo asentamiento en Tablada de Lurín. Por todos ellos ha recorrido el poeta concibiendo al amor como el sentido de la vida: el amor, en suma, por la libertad. En todas sus estaciones ha levantado la centralidad de los sueños, ha testificado los infortunios que le deparan al díscolo y principista, ha reflejado su condición, la condición del poeta, su identificación entre vida, escritura y lucha.
Vivir para la poesía significa buscar únicamente la propia voz, la inspiración, el genio, la magia que vaticina la verdad, aunque esto no traiga más que soledad, pobreza y calamidades. Hay que tener el coraje de vivir sumergiéndose en el alma, en busca de la poesía. El valor de mantener las esperanzas, los ideales, de vivir cantando las insurgencias, denunciando la sordidez política, sin "progresar" y sin “éxito”, sin arrastrarse tras la fama ni brindar genuflexiones a los farsantes. Esos son los principios y el destino del poeta. Aquel tan perfectamente enamorado de la libertad como de la poesía.
La poesía: esa bella muchacha dulce, pícara, loca y... sexual. Precisamente, la mujer y la sexualidad como feliz vértice en la vida del bardo. La mujer es el amor, la compañera, la ilusión, el deseo y la nostalgia. La presencia sin la que todo corre el riesgo de devenir un caos. Y al escribir y escribirle, arriba la luna como símbolo del amor y la pasión. Una pasión juvenil que para Leoncio fue primero rural y luego de la capital. Una Lima simbolizada en la limeña amada y siempre deseada con desesperación. El encuentro vital excelso, poético y supremo de la fusión de los cuerpos, y el sexo de la amada como belleza y hasta como obsesión.
Leoncio Bueno es una voz muy singular en la poesía peruana. Su poesía, su poética, creo, han hecho época, su propia época, al margen incluso de las recientes épocas, que para él han sido ya muchas. Como apunte, su obra contiene poemas y referencias sobre una serie de vates, la mayoría contemporáneos y conocidos suyos: Jorge Eduardo Eielson, Dylan Thomas, Juan Ojeda, César Moro, Alejandro Romualdo, Ezra Pound, Martín Adán, Sologuren, Moreno Jimeno, Villon, Rilke, Calvo, Scorza y demás amigos de la poesía peruana. Algo de cada uno latirá en estos versos y algo de Leoncio habrá permanecido también en muchos de ellos.
Y, volviendo al inicio de este escrito, concluyo esperando para nuestro querido Leoncio una nueva oportunidad de publicar, con cierta urgencia, impresos y/o virtuales, los libros sin los que no se podrá calibrar realmente la envergadura de su obra, y que contienen los poemas siguientes: Agonía de un labrador. Del entierro., Vivirás en este mundo sin bolilla, Declaración de principios, La voz, El sentido de la vida, Tan solo la palabra, Recordando a Dylan Thomas, Recordando a Pessoa, Recordando a J.E. Eielson, Recordando a César Moro, Recordando a Alejandro Romualdo, Poesía, El símbolo de la felicidad, El hombre que quería morir ametrallado, Historia y Ciencia, Soy como el Manifiesto, Libreto de reafirmación y reencuentro, Pueblo Joven sin compasión, Esteras que cantan en verano, Los intelectuales de la oligarquía, Oración gulag, Con la verdad no temo ni ofendo, No sufras más, peruano, Nostalgias, Soñando, A la recherche du temps perdu, Fresco del alma, Bienvenida a mí, Sin dudas ni vacilaciones, La sombra del tulipán, Coito, Orquídea negra, Poema del amor silvestre, Esos hoteles, De claro en claro, Amor en un canal de regadío, Páginas de un diario 1 y 2, Arte de amar, Líbrenos Dios, Benditos sean, Solicitud con detonante I, II, III y IV, Continuidad del sueño, Nocturno 1, Poema del amor violento, Canción de Agnes, Corrientes aguas, chelas cristalinas, Yo soy ladrón jaujino, Canción de amor, Memorial de las piedras antiguas del Perú, Yo soy un negro, mátenme, Poesía es destino, Sin Dios y sin Sol, ¿Quieres ser poeta?, Un triste entierro, Grama dulce, El deber de vivir, La batalla final, Finis vitam.      
Dice una máxima popular que es muy difícil ser un gran artista y aún más difícil ser mejor persona, pero no hay nada más difícil que convertirse en ambos. Yo creo - no creo, estoy convencido - que si alguien nos prueba durante un siglo la confluencia entre una insurgencia poética inaudita y semejante dimensión ética de su vida, el caso de Leoncio Bueno es, sin duda, el de aquellos pocos en estado de gracia.

VENTANA DE LAS ARTES                                                                                                
                         
                         MINERALES DEL PERÚ

 En la Sala de exposiciones de la Alianza Francesa se expone hasta el 30 de mayo la muestra fotográfica y algunas piezas de minerales pertenecientes al Museo Castillo. Los museos de Historia Natural sobre todo en el mundo europeo,  tienen colecciones maravillosas de minerales de  todo el mundo; he visto sorprendido en estos museos, piedras pizarra de Cusco – Perú y naturalmente una infinidad de minerales.
Esta muestra en Cusco muestra igualmente la variedad y abundancia de lo que hay en los Andes, que han hecho del Perú el  país más prolífico del mundo de la mineralogía. El Museo Andrés Del Castillo presenta una colección que consta exclusivamente de minerales cristalizados que van desde miniaturas, especímenes de gabinete, hasta piezas de museo de pasmosa calidad.
La colección exhibe ejemplares admirables, con formas y combinaciones de colores aportados por los distintos elementos químicos que los integran, convertidos  así por las leyes físicas y químicas de la naturaleza,  en verdaderas obras de arte imposibles de ser imitadas por la mano del hombre, que sin embargo terminan en la joyería artística de trazo excelente.
 Aunque son pocas las piezas originales mostradas, las fotos nos acercan a esta otra realidad, en la que se describen con detalles y nombres el fabulosos mundo de los minerales del Perú.

                
                   DÍA INTERNACIONAL DE LOS MUSEOS

Se está convirtiendo en una tradición interesante las celebraciones por el Día de los Museos, a nivel mundial. En nuestra ciudad cada vez aparecen nuevos museos en la capital departamental y en las provincias, lo que nos llena naturalmente de satisfacciones, entendiendo que los museos fortalecen las identidades, que son instrumentos silenciosos de alfabetización indirecta por las piezas que surgen desde los bienes muebles y a las expresiones inmateriales que guardan y exhiben.  Es también una magnífica aproximación de la gente de todas las edades y de diversos puntos del mundo, a este lenguaje materializado en objetos y piezas museológicas que guardan preservan y difunden la historia de los pueblos.
Esta labor cumplen los directores, los especialistas, los museógrafos y museólogos, que se convierten en divulgadores y guardianes del rico e inapreciable patrimonio que tenemos, especialmente en esta ciudad de tradición cultural de diversas épocas y siendo además herederos de una inestimable tradición de más de tres mil años.

                       VALICHA NO FALLECIÓ
Valeriana Huillca tenía 18 años cuando inspiró el mal llamado himno del Cusco, compuesto por su relato del desencanto de sus amoríos clandestinos, en 1945, por el músico y compositor Miguel Ángel Hurtado Delgado, que también era profesor y  periodista.  Se dice  que la canción fue escrita en el año 1942 y transcrita al quechua años después por su hermano Evencio Hurtado.
Hoy, todos hablan de Valeriana Huillca, como la estimulante de la canción.  Ella ha sido el tema de inspiración del reconocido huayno cusqueño que lleva el título de Valicha, que Hurtado, hijo de hacendados, dicen, se habría enamorado de la belleza de “Valicha”, quien en su juventud, como tantos migrantes en busca de un porvenir dejó Acopía y se fue a la ciudad del Cusco.
 Esta es la anécdota. Lo que no entiendo es, ¿por qué hablamos y rendimos homenaje a Valeriana? y olvidamos olímpicamente al autor del huayno, al creador de la melodía y las letras; si es a él a quien debemos rendirle los homenajes, por haber escrito una bella composición que es el símbolo de la originalidad del huayno cusqueño, por sus acordes, por su composición melódica y por respetar y coadyuvar a la tradición de la música folclórica.
Precisamente por esto, el huayno "Valicha" es considerado como una de las melodías famosas. Voy a poner algunos ejemplos para entendernos mejor: Empezaremos por lo más conocido mundialmente, en cuadro de la Gioconda de Leonardo Da Vinci, ¿alguien habla de la modelo?, e en la bagatela para piano solo  “Para Elisa” de Beethoven, el Vals Angélica de Felipe Pinglo, Alfosina y el mar de Ariel Ramírez y Félix Luna, en pintura, el retrato del Varayoc de Chinchero, en ningún momento se habla o se comenta de los personajes en música o en pintura.
 Se habla de la obra que ha logrado el artista, porque es él quien le ha dado valor de obra de arte, por su contenido y su sentido estético. Por lo tanto, está bien que se la recuerde como inspiradora del huayno, acotando además que las letras son  una ofensa a la   dignidad de la mujer campesina, pues en el huayno se la trata como una mujer que  busca a los soldados en cualquier esquina. Recalquemos,  es el tema y la melodía que ha ingresado en el gusto y el deleite estético, es por esa magia contagiante del huayno que se ha impregnado en el recuerdo y en el gusto musical de la gente cusqueña especialmente y también  muchos otros compositores inspirados en este huayno, han seguido trabajando para orquestaciones  sinfónicas inclusive.



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