CHALENA
Escribe: Raúl Carreño Collatupa
Se llamaba Rosa Elena Vásquez Rodríguez. Como ocurre a menudo, alguna dificultad infantil (en este caso de su hermana) para decir su nombre terminó imponiendo su apelativo de Chalena. Con ese nombre transcurrió su vida y ese es el nombre que se lleva a la muerte y el que sembró en la memoria.


La conocí en 1981; era una piurana que venía al Cusco por amor y porque sabía que aquí había un inmenso campo para sus investigaciones. Había obtenido hacía poco el premio Casa de las Américas en etnomusicología, siendo, con menos de treinta años, una de las más jóvenes ganadoras de ese galardón.
Era un paradigma del del optimismo indesmayable y la amistad, lo cual la ayudaba mucho cuando se sumergía en sus investigaciones. Al poco tiempo logró que la contrataran como docente de la escuela de música Leandro Alviña; se hizo cargo temporalmente del coro y, fiel, a su entusiasmo y su innato desprendimiento, formó un taller de etnomusicología del cual, en el cual, al final, participábamos cuatro o cinco estudiantes. Aun así, nos transmitió los rudimentos de esa ciencia; con ella fuimos a entrevistar a varias ch’aiñas, para conocer algo de sus vidas, de sus motivaciones y su entrega al canto sacro, así como para explorar ese universo todavía poco conocido de los himnos religiosos andinos y de sus cantoras, en esos tiempos en que aún constituían una hermética cofradía de normas y costumbres bien resguardadas y que hoy se ha desnaturalizado, con la entrada de muchas advenedizas que les quitan espacio sobre todo en el torneo de los dos coros y orquestas que rinden tributo al Señor de los Temblores en el Lunes Santo. Estuvimos igualmente tras los pasos de familias de músicos tradicionales y descubriendo, de pura casualidad, a un investigador estadounidense, Thomas Turino, que estudiaba el charango cusqueño y nos mostró, en primicia, sus hallazgos y propuestas para una nueva notación melográfica de muchos efectos de ejecución que músicos como Julio Benavente lograban y que la notación musical tradicional no podía captar en su esencia.
Por ese mismo entusiasmo nos animamos a fundar una revista que publicamos impresa en offset (algo muy difícil en esos tiempos) y que no pasó del consabido año1, Nº1, y eso porque las intrigas y la anomia que caracterizan a las instituciones educativas superiores la alejaron de ese espacio, dejándonos con el segundo número en preparación; además ya se anunciaban su maternidad, el proyecto político de su pareja y, sobre todo, una subvención que le otorgaron para estudiar la fiesta de la Virgen del Carmen de Paucartambo.
La perdí de vista unos años hasta que la encontré justamente en Paucartambo, grabadora y libreta en mano, en plena fiesta. Una vez más, su capacidad de convencimiento y su natural generosidad nos ayudaron a resolver un problema acuciante: encontrar alojamiento en plena barahúnda de la fiesta paucartambina, y no cualquier alojamiento: nos acogieron en la casa del carguyoq responsable de la danza principal, los Qhapaq Negro. De ese modo, además de tener un techo, tuvimos el muy raro privilegio de participar en la asamblea (secreta) de los danzarines, en la cual se hace un balance de su actuación en las ceremonias y procesiones, se evalúa a sus miembros, se los juzga y castiga por cualquier falta y, sobre todo, se desarrolla el ceremonial de incorporación de nuevos integrantes. Pocos meses después la encontré por última vez, en plena campaña parlamentaria de su pareja, allá por 1985.
Hace unos cuatro años, al oír de sus programas en radio, la hallé en Facebook; no sé si me acordaba de mí pero al menos en ese medio me aceptó, una vez más, como amigo. No tuvimos oportunidad de dialogar, aparte de una vez que le recordé el nombre de la nihua. Pensaba rememorar nuestros tiempos en Cusco y en ese deseo postergado llegó la noticia de su muerte, inesperada, dura, inaceptable como siempre, más en una mujer que pocos meses antes anunciaba que se convertía en una feliz jubilada, con la despreocupada inquietud de cómo redondear su escasa pensión, y luego anunciando la venta de su casa familiar explicando los muy particulares motivos para hacerlo (la subdivisión, decía, era  por demás complicada).
Quería sin duda vivir su jubilación dedicándose a lo que le gustaba: investigar. Publicó relativamente poco, seguramente por sus labores de sobrevivencia y por todo el tiempo invertido en su afán de comunicar, de difundir y revalorar la música popular, labor que le fue reconocida por el Ministerio de Cultura.
Contestataria, izquierdista sin militancia partidaria, sincera y alegre, le gustaba cantar (grabó varios discos con sus creaciones y captaciones), a pesar de lo restringido de su tesitura vocal. De sus varias investigaciones queda, sin duda, mucho material sin publicar; de ellas, la consagrada a la fiesta del Carmen de Paucartambo merecería ser editada por la entidad cultural del Cusco. En realidad, lo justo sería que se publique el íntegro de su obra, valiosa por su diversidad y por el rigor que imponía a sus investigaciones.
En lo personal, de ella me queda, además del recuerdo amistoso, la revista que editamos, copias de los manuscritos de dos de sus arreglos corales: “Duerme negrito”, de Atahualpa Yupanqui, que cantamos con el coro de la escuela de música, bajo su dirección, y “Alforja campesina”, del nicaragüense Carlos Mejía Godoy, que recién pudimos estrenar el anteaño con el Coro de Cámara Cusco.

VENTANA DE LAS ARTES
CULTURALES
POR EL DÍA DEL TEATRO
Los teatristas cusqueños festejan el mes del Teatro Mundial con la realización del I Festival de Artes Escénicas por una Cultura Inclusiva “INKARRI”  a llevarse a cabo en el Teatro Municipal del 21 al 27 de marzo, en el que participarán doce grupos de teatro entre agrupaciones, asociaciones e individuales.  Todas las funciones empiezan a las 7:30 de la noche. La programación es la siguiente: Martes 21 de marzo: Asociación Cultural Qente, con la obra “Cuando Suenan los Jiwayros” dirigida por Tania Castro; Grupo de Teatro Circo “Tecimudas”, con la obra “Emilia”, dirigido por Walter Aroni, miércoles 22, Grupo Garabato Impro, obra teatral “Un Mundo de Impro”, director Guillermo Hurtado; Teatro Experimental Universitario Qosqo presentan la obra “Toc Toc” dirigida por Coral Bonet; jueves 23, Grupo de Teatro Almandina bajo la dirección de Richard Peñalva, con la obra “Tradición: La historia de una Mujer Cusqueña” y el Proyecto artístico Atoq dirigido por Simón Ccahuana presenta la obra “Atoq y el vienes 24, el Grupo de Teatro Máscara con la Dirección de Guido Guevara presentan la comedia  “Sancho Panza en la Insula”, seguidamente en el mismo escenario se presentan las obras: “Por los amigos uno da la Vida” a cargo de la Asociación Cultural Kuntur dirigida por Lino Sánche, finalizando la  presentación de la Agrupación de Teatro Kuska Kusikamayoq con Elias Pacha y la obra “El Juicio a la Basura.
 
  El 25 de marzo desde la cinco de la tarde se ha programado la realización de un conversatorio titulado: Una Mirada al Teatro Cusqueño.

El 26 de marzo el Teatro Kapuli presenta la obra “Uniendo Todas las Manos” y la noche finaliza con el Teatro Danza Simbiontes con la dirección de Augusto Navarra  que presenta la obra Simbiontes 10 años (una serie de fragmentos de representaciones realizadas por este grupo teatral)
Para concluir con este primer encuentro organizado por el teatro Municipal el 27 de marzo desde las 16 horas se realizará un Pasacalle Teatral y una serie de espectáculos cortos de los grupos teatrales Clown, Puerta Abierta Tecimuda y el grupo Dramas y comedias. Una buena iniciativa que debe continuar cada cierto tiempo para dar escenario a los grupos teatrales cusqueños.

APRUEBAN CAMBIAR DE DENOMINACIÓN A ESCUELAS DE ARTE
Transcribimos una nota informativa publicada en un diario nacional limeño que indica que: “La Comisión de Educación, Juventud y Deporte del Congreso de la República aprobó por unanimidad cambiar la denominación a tres escuelas de música a fin de promover este tipo de estudios en el país. A partir de la fecha, el Conservatorio Nacional de Bellas Artes, con sede en Lima, el Instituto “Daniel Alomías Robles”, de Huánuco, y la Escuela Superior Autónoma “Diego Quispe Tito”, del Cusco, serán denominadas Universidad Nacional de Música. La sustentación estuvo a cargo del legislador Francesco Petrozzi (FP), quien agradeció el apoyo y aporte de sus colegas a esta iniciativa. “Este es un paso importante en la revolución cultural que hoy se inicial en el Perú”, dijo. El dictamen aprobado, con cargo a redacción, deberá aclarar que el pliego presupuestal es asumido por las propias casas de estudios en mención, y que no se está creando más universidades sino sólo se está cambiando la nomenclatura de las mismas. De otro lado, la Comisión de Educación, que preside el congresista Lucio Ávila Rojas (FP), acordó en la víspera elaborar un predictamen que reúna las opiniones vertidas para modificar la actual Ley Universitaria en su artículo 84, que establece como límite 70 años de edad para que los catedráticos puedan continuar enseñando en las universidades públicas. El consenso de los miembros integrantes es que se elimine este artículo, dejando en libertad a los docentes la decisión de retirarse de la carrera, se indicó.”
EXPOSICIONES
ORFEBRERIA
En la Sala Nacional de Arte de la Escuela de Bellas Artes ha sido inaugurada la muestra titulada Exposición de Orfebrería, con ocasión de celebrarse el Día del Artesano, estará abierta sólo tres días (del 16 al 18 de marzo) apoyada por la Municipalidad distrital de Santiago y auspiciada por la Escuela de Bellas Artes. Esta muestra está organizada por la Asociación de Joyeros Orfebres Santisuyo y exponen los siguientes artesanos orfebres: Angélica Luque, Antonio Salas, Beltrán Huamán, Cirilo Núñez, David Luque, Julio Quispe, Oliver Yabar, Orlando Sánchez, Osvaldo Luque y Percy Huamán. Una muestra diferente, en la que hay estilos peculiares, así como coincidentes imitaciones de la tradición orfebre cusqueña. Hay variados lenguajes que van desde la joyería utilitaria, adornos de salón y comedor, así como joyería decorativa, con temas andinos como la trilogía. Una muestra que nos indica la prosecución de este lenguaje artesanal cusqueño y además el dominio y acertado logro artístico.

LECTURA
¿QUÉ PODEMOS LEER HOY?
 “La Oruga muy Hambrienta” es la historia de una oruga que nace de un huevito y va en busca de comida. Cada día tiene más hambre y come más, hasta que se empacha. Se vuelve grande y construye su capullo donde descansa un par de semanas. Cuando sale ya no es más una oruga, es una bella y colorida mariposa. Si bien una historia de una oruga que se la pasa comiendo no suena muy interesante para los adultos, engancha a los niños porque habla de una necesidad básica ligada a una acción básica (y que ellos conocen muy bien): el tener hambre y comer. Con una historia sencilla que contiene poco texto, el autor enseña sobre los días de la semana, sobre números, y sobre diferentes frutas. Las ilustraciones, hechas por el mismo autor, son buenísimas. Llenas de colores vivos sobre fondo blanco, jalan la vista de los niños hacia donde es importante para la historia.
¿Qué podemos sacar de esta historia? - La metamorfosis, el cambio. La oruga crece y se transforma en una mariposa, pero para poder crecer y cambiar tuvo que prepararse (comer). - ¡Los excesos! La oruga tragona comió tanto que se empacho y se sintió mal. Al día siguiente tuvo que comer muy ligero para poder sentirse bien nuevamente. - Aprender sobre la naturaleza, sobre de dónde salen las mariposas. Pueden salir al parque a buscar orugas.

ANÉCDOTAS
ENTONCES LA SEÑORA ISABEL GRANDA
Escribe: Omar Aramayol
“Entonces la señora Isabel Granda, es decir, Chabuca, interrumpió al joven guitarrista y le dijo: esa guitarra no está en mi. Se refería a la nota mi. Sorprendido el muchacho, respondió, sí señora, la nota está en mi. -- Chabuca insistió, no, la guitarra no está en mi, ingrese a mi dormitorio y afine la guitarra. El guitarrista puso mala cara, entonces la cantautora, ágil como una pantera, le dijo, si usted quiere lo contrastamos con el piano.-- En la casa de Chabuca había un piano. No era una gran pianista pero era el instrumento que la había acompañado de por vida, donde había compuesto todas sus canciones, podía decirse que la otra parte de Chabuca era su piano, es de allí que vienen sus melodías tan completas.-- El guitarrista antes de verse confrontado frente a los amigos de Chabuca, congregados en la sala, se dirigió al recinto privado de la cantautora. A los pocos minutos salió y le dijo: ya está en mi, señora, y empezó a bordonear, a lo que Chabuca asintió: sí, dijo, está en mi. Luego le indicó la canción que iba a interpretar, y comenzó a cantar.”

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