ARTISTAS EN KOSOVO

Festival de arte visual internacional recibió artistas del mundo

Los caminos de cielo me han llevado a Viena, Padua, Múnich y recalar en Theranda como un aventurero y viajero incansable, porque nunca sé a dónde me llevan mis alas, sólo sigo la ruta que me reta y estremece: el Arte, que me ayuda a vivir y trasuntar en mis escritos y mi pintura las sensaciones que me ofrece la vida, por ello redacto está nota para compartirla con ustedes a través del suplemento Cultural FORMA, sobre este importante evento artístico.

En la ciudad de Theranda, República de Kosovo, ubicada en la península de los Balcanes, en el sureste de Europa, se llevó a cabo FESTARI ART COLONI, festival de arte visual internacional, al que fuimos invitados por la Cumuna de Theranda – Kosovo, llevado a cabo del 21 al 28 de setiembre del presente año.

Durante siete días nos reunimos en un gran taller más de veinte artistas provinientes de: Albania, Holanda, Alemania, Italia, Korea, Arabia Saudita, Kosovo, Turquía, Macedonia y Perú, país del que tuve el honor en representar. En Theranda, hemos conocido de cerca sus realidades, sus luchas e ideales, porque a los pintores nos interesa inmiscuírnos en ellos, para luego convertimos en facilitadores de un nuevo mensaje a través del lenguaje del arte en los distintos espacios culturales, ofreciendo nuestro trabajo hecho forma y color.

Un espacio inmenso nos esperó, las sesiones de pintura comenzaron, caballetes, lienzos, pinceles, todo empezó a adquirir movimiento, las manos a trabajar incansablemente dando rienda suelta a su imaginario interior. Advertimos un despliegue profesional en el manejo de las técnicas, pinceladas libres llenaban los blancos de los lienzos, manifestadas con espontaneidad. Algunos concetrados en su paciente labor, elaboraron paisajes, figuras humanas, signos, caligrafías de expersión conceptual, collages, otros navegaban en el mundo de la abstracción. Cada obra expresaba acontecimientos y emociones, se iban conviertiendo en instrumentos de luz y esperanza. Cada pintor trabajó ensimismado en su obra, el taller parecía un espacio donde emanaba un mágico ritual.

La convocatoria a Kosovo, ha sido una experiencia inolvidable, nos ha mostrado otra dimensión de la capacidad humana, del respeto y compromiso, del aprendizaje y la confrontación saludable alejecutar nuestras obras sin nubarrones oscuros. Toda una serie de pinturas hechas conscientemente, cerca de nuestros destinos e identidades. Cada pintor ha desplegado su pasión, su instinto, sus ideas en sus obras, para dejarlas como donación en el Museo Internacional de Therande, el cual posee alrededor de más de doscientas obras recopiladas al lo largo de siete anos. Loable labor, apoyada por su Cumuna local y gestión de artistas e intelectuales.

Refki Gallopeni, pintor y curador del evento, organizador minucioso y apasionado, junto a su equipo de colaboradores hicieron una labor milimétrica del evento. Los artistas provenientes de los países al principio señalados han sido: Zaman Jassim, Musa Güney, Clemens Beungkun Sou, Marion Albrecht, Ana Daría Merska, Antonio Manfredi, Catherin Ross, Mujamedali Alili Dali, Afertita Kiki, Iris Bushati, Admir Dervathi, Ivan Limani, Petia Hristova, Endrit Sopa, Fehmi Hoxha, Alma Idrizi, Burhan Ahmeti y Manuel Gibaja. Todos, a pesar de hablar distintos idiomas, nos hemos entendido, porque nos manifestabámos con el corazón desprendido y la mente abierta, nunca sentimos que era un acto competitivo, sino más bien la posibilidad de trabajar con entera libertad.

Los resultados fueron sorprendentes, cada pintor dejó fluir su creatividad ligada a su propia caligrafía, mostrando absoluta identificación con sus pueblos originarios. Se lograron trabajos de gran dimensión estética, un conjunto valioso de obras de arte que actuarán sobre la propia historia y que estamos seguros tendrán influencias relievantes en la vida cutural de este pueblo que renace.

En el caos de las sociedades, ahí donde las sombras oscuras se manifiestan y estropean al ser humano, y que algunos las refrendamos consciente o inconscientemente; sin embargo, en este escenario, el arte, extrae su misterioso lenguaje, para crear semillas que reformulen una vida justa y libre.

Fue una experiencia vital para todos, que permanecerá en la memoria y en el recuerdo de haber legado como en un ritual colectivo, una variedad de obras figurativas y abstractas, que serán instrumentos en la reconstrucción de una sociedad armoniosa. 

Manuel Gibaja