FORMA 9
Todos sabemos que Chinchero fue un centro importante de la cultura Inka, desde su propio significado de ser la “Tierra de los Arco Iris”, de los K’uychis, convertida en deidad por sus habitantes, que mantenía también un lugar especial en el conjunto del Korikancha de Cusco. Estas tierras agrícolas inspiraron la creación de colores, formas, símbolos y listas de las mantas o llicllas por siglos, es decir hay una persistencia continua en las manos y la mente de las tejedoras que aún se mantiene viva.
La historia explica la cruel aplicación de la “extirpación de idolatrías” que destruyó huacas y centros ceremoniales importantes en el período de Manco Qapac. Éste se vio obligado a incendiar Chinchero para que los invasores no pudieran perseguirlo y así desabastecerlos de alimentos. En este periplo, el inefable Virrey Toledo fundó en 1572 la “Doctrina de nuestra Señora de Monserrat de Chinchero”, construyendo la Iglesia actual (que data de 1607) sobre las bases del palacio del Inka, utilizando finas piedras labradas, así lo indican los restos de muros que aún existen y de ahí se supone la categoría a la que perteneció. No podemos dejar de mencionar que alrededor aún existen las Wakas: Chinkana y Titiqaqa talladas en piedra caliza en la zona sur, y al oeste Pumaqaqa, donde se hallan esculturas de dos pumas con cabezas mutiladas.

Cada comunidad ha tenido sus particulares memorias artesanales, especialmente manifestadas en sus prendas de vestir, pues el tejido ha sido una práctica especial que le ha dado variadas funciones y usos en la zona andina de Cusco. Desde el uso para su vestimenta y las confeccionadas para las ofrendas en sus rituales tradicionales en homenaje a sus Apus, Auquis y a la Pachamama, que se exteriorizan todavía en la actualidad.
En cuanto a su expresión textil, se conservan las técnicas ancestrales, como el telar de cintura y el de cuatro estacas, tejidos que tienen la denominación de cara de urdimbre.
Aprovechando estas explicaciones que la historia nos brinda, vamos a describir a modo de comparación, de cómo los inkas enseñaron este arte a sus kantikamayoc, es decir a los que se especializaban en el teñido de la lana. Sabemos que para la sociedad inkaika la vestimenta, las prendas y otros elementos fueron de primera importancia por las funciones y diferencias sociales que se imponían, entonces podemos indicar que fueron hechas para los gobernantes, para la nobleza Inka, para sus séquitos y para los comunes. Por lo había una clasificación de carácter social, político y místico. En consecuencia se estableció símbolos para los estratos sociales asignados, que expresaban su visión cosmogónica, división y espacio. Por ejemplo, las mantas dameros (a modo de ponchos) de color blanco con negro y rojo al centro, eran utilizadas solamente por los orejones, personajes allegados al Inka.
En este período aparecen igualmente los diseños de formas geométricas, que se destinaban sólo para la nobleza Inka y sus familiares. Esto quiere decir que existieron reglas que establecían los diseños y símbolos para ser representados en las prendas de vestir y otros atuendos.

En los siguientes números de Forma iremos tratando más al respecto, pues creemos que es importante conocer esta interesante costumbre que todavía se practica, esta es una misión comprometida en este medio.
VENTANA DE LAS ARTES
TEATRO
“BODAS DE SANGRE”

La obra gira en torno a una futura boda. El novio está decidido a casarse y se lo comunica a su madre, quien se encuentra acorralada por los fantasmas del pasado, porque la prometida de su hijo fue novia de Leonardo, familiar de los Félix y enemigos del novio y la madre. El amor de la novia por Leonardo, amor que ya creía olvidado, vuelve a despertar cuando ve a su antiguo novio el día de su boda. Este conflicto irá creciendo en intensidad hasta su desenlace dramático.
EXPOSICIONES
FOTOGRAFÍAS DE CULTURA INMATERIAL
En las salas del Museo de Arte Contemporáneo de Cusco se viene exponiendo un conjunto de fotografías y paneles explicativos del “Patrimonio Cultural Inmaterial Latinoamericano” en la que participan fotógrafos de Chile, Perú, Cuba, Argentina, Colombia y Ecuador. Como parte del extenso programa por los 10 años de la Convención UNESCO 2003.
La muestra logra identificar plenamente el significado de las costumbres, tradiciones, artes del espectáculo, danzas, teatro, usos sociales, actos festivos, así como técnicas artesanales, lenguajes musicales, rituales actuales, es decir muestra las imágenes que caracterizan a cada uno de estos pueblos que tienen una basta y variada expresión espiritual de su cultura viva. Basta ingresar en acto contemplativo para apreciar con la mirada sensible para apreciar e interpretar el tema y el contenido.
OPINIÓN

RASTRO POÉTICO DE YVÁN YAURI
El camino poético de Yván Yauri se abrió en 1998 con la publicación de su primer poemario Rastro. En la primera década del 2000 publicó tres libros: Viento de fuego (2007), Reapertura del sumario (2007) y Saga errante (2009). Que se han convertido en Rastro (2013), retomando el título de su primera publicación.

La rebeldía y estilo caracterizan a la escritura poética de Iván Yauri, situada en esa capacidad singular de elaborar unidades rítmicas de carga lírica, que resulta ser el libro considerable dentro de la poesía cusqueña.
Rastro contiene una serie de textos que alisan la fricción y ligan las figuras y la curva melódica. Lejos de la simetría convencional y más cerca de la construcción del símbolo aglutinante o de la imagen recolectora, este libro –desigual si se quiere- pero ahíto de visiones logradas, pausadamente inclina la obra de Iván Yauri hacia la pendiente de una magnífica saga lírica de la primera década del 2000 para la nueva poesía cusqueña.
MARIO PANTOJA
(Este artículo ha sido resumido por espacio limitado)
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