forma cuatro
MISSA Ritual Performance
GRUPO DE TEATRO SIMBIONTES
Simbiontes significa los elementos
de la simbiosis fusionando las artes escénicas con el teatro, danza, video y
música. Nace en el año 1998 en Lima y desde el 2007 realiza su actividad
artística en Cusco, creando obras cuyo contenido busca explorar la cosmovisión
andina con una visión contemporánea, unificando las artes en busca de lenguajes
propios.
En estos últimos siete años han
sido exploradores sobre íconos de la cultura andina, como el maíz, la hoja de
coca, las ceremonias andinas, buscando espacios no convencionales para el
teatro, aprovechando su arquitectura, su valor histórico y su espíritu.
La obra de danza y video MISSA
fue presentada en el 2012 en el Centro Cultural España (Lima), y obtuvo el
Premio a la Producción y Exhibición, en la categoría danza.
La duplicidad andina se
entiende como la imagen de alguien reflejada en un espejo, la oposición, la
parte contraria pero a la vez complementaria del individuo. La propuesta
escénica está basada en conceptos afines entre pareo y danza, tales como:
opuesto complementario, tensión dinámica, equilibrio, dinámica de contrarios…
un juego de espejos, de diálogo interno entre distintas partes o impulsos de la
misma consciencia.
Cada coreografía, música,
video y sistema interactivo ha sido trabajado a partir del estudio e
interpretación de las características fundamentales de la duplicidad:
Desdoblamientos y oposiciones, simetrías, luz, brillo y color, metáforas de lo
sagrado. Momentos de pasaje o cambio de estado.
Según esta concepción nada
nace como un ser único ni está aislado en el mundo. Todo lo que existe, ya sea un objeto real o
conceptual, tiene imprescindiblemente su par, su opuesto complementario, su
compañero. La dualidad entonces, se basa en una concepción de la realidad como
energía en movimiento, en un continuo fluir, y al mismo tiempo, es la expresión
visible de la unidad esencial, la cara manifiesta de ese principio energético
básico.
“MISSA” será estrenada el 7 y
8 de noviembre en Cusco, en la Capilla del Hotel Monasterio (Calle Palacio 136,
Plazoleta Nazarenas – Cusco)
FICHA TÉCNICA:
Dirección y Video: Augusto
Navarro.
En escena: Marisol Zumaeta,
Augusto Navarro, Fil 1- Cello en vivo.
Música: Omar Vargas. Canto:
Gladys Conde, Sonia Cahuana, Bacilio Zea.
Sicuris y Bandurria: Francisco
Sutta. Flauta y Voz: Jorge
Choquehuillca.
Vestuario: Roxana Povea.
Producción: Marisol Zumaeta,
Simbiontes.
simbiontes.wordpress.com
Exposiciones
CHINCHERO TEJIDOS INTERIORES
En la sala de exposiciones de
la Escuela de Bellas Artes se expone la muestra titulada “Chinchero, Tejidos
Interiores” última producción de María Elena Altamirano.
Hemos recorrido la sala y
visto las obras ejecutadas en técnica mixta y ensamble, prescindiendo de los
bastidores tradicionales para resaltar el propósito de su tesis sustentada en
la textilería tradicional de la comunidad de Chinchero. María Elena recorre
este tramo de “coser” el lienzo por largo tiempo, como una continuidad de los
avances plásticos experimentales; pero, ahora, propone en sus obras, mostrar el
anverso y el reverso del soporte, creando dos espacios. Escucha quizás la voz
del paisaje entramado y dual de la naturaleza que es tan similar a las formas simbólicas
de los textiles y su pintura. Por ambos lados se puede apreciar la obra, una
cara pintada donde se ha plasmado la parte figurativa del paisaje de Chinchero,
como un propuesta visual lograda de su espíritu libre, dinámico, a la vez
sólido como polémico; y, en el reverso aparece el tejido logrado que ingresa al
tratamiento de las formas simples abstraídas del textil, con elementos de un
lenguaje informal extremadamente puro. Logra una particularidad que sólo le
brinda la experiencia que ha sido paciente, audaz y atenta.
VENTANA ABIERTA
INTERIOR DE LA VIDA
Por: María Luz Crevoisier
Trece,
dígito plural de mal agüero, es la
bienaventurada cifra en este
caso, de las obras que ha expuesto el artista Ralf León Servat, en la Sala de
Arte del Centro Cultural El Olivar en Lima, con el título de Interior de Vida y
como una recreación personal de los famosos sarcófagos de la cultura
Chachapoyas. Este limeño y artista autodidacta conoció la selva, gracias al
empresario Carlos González Henríquez que no sólo lo invitó a conocer sus
encantos, sino que supo despertar en él, una pasión incontenible por saber más
sobre las culturas que se desarrollaron en su
territorio.
Fue así que
descubrió a los Chachapoyas, conocidos
también como sachapcollas o collas silvícolas, quienes desarrollaron una
cultura caracterizada por su alto
sentido estético y culto a la fertilidad y quizá también al agua,
como lo hacían las diversas culturas andinas.
Los féretros denominados también Karajías,
fueron descubiertos recién en 1985 por el estudioso y arqueólogo Federico Kauffann Doig y desde
entonces concitaron la atención de propios y extraños, debido a la belleza de
su estructura.
Recientemente
nos dice León, fueron hallados otros, pero más pequeños por ser depositarios de
momias de niños. Él, creador de visiones abstractas, creó su propia versión inspirado en ellos haciendo
remontar en la cima de su sarcófago un helecho que da idea del misterioso escondite entre musgos y
plantas de estos últimos entierros.
Sus
sarcófagos los primeros que realiza como escultor encierran un doble discurso;
la de semejarse a los originales y
guardar una esencia de vida. Porque a través de esos trabajos artísticos,
quiere dejar entrever la experiencia terrenal y su opuesto, asintiendo en los límites de la dimensión, el universo interior
y las nuevas formas de mirarnos a través del pasado y su
mundo.
Los
materiales empleados para estas construcciones son simples: fibra de papel con
cola sintética, resina, madera y objetos de reciclaje. Las tintas de estilo surrealista
y connotaciones oníricas, son el complemento a este universo donde la muerte y
la vida se unen en una hermosa alegoría.
Su
entusiasmo por adentrarse en las culturas andinas, lo ha llevado a planear un
viaje a Cusco, para conocer su riqueza y misterios. Esperamos se concretice
pronto este proyecto.
OPINIÓN
GUERRA
CON CHILE
Pablo Ojeda Vizcarra
Como se sabe, la versión que
los chilenos tienen sobre la guerra de 1879 es diferente a la que tenemos los
peruanos, porque las historias siempre son relativas. Como acuñara Voltaire:
“La historia es la mentira con la que estamos de acuerdo”. Paradójicas mentiras
que sin embargo nos nutren de muchos hechos reales. Todo depende de escudriñar
puntos claves de la historia, como lo hacen esclarecidos historiadores e
intelectuales contestatarios. Se debe proseguir desenmascarando falsedades
sobre las confrontaciones bélicas en general.
Los peruanos bien nacidos
amamos al Perú. Otros, se valen de él para sus ambiciones de poder y lucro. Hay
también de los que, siendo peruanos, no se identifican con nuestra cultura nacional
y de los vende patrias, promotores y defensores de intereses transnacionales.
Sobre esa realidad
controvertida se debe reflexionar con propiedad: La Guerra de Chile con el Perú
y Bolivia que se produjo dentro de códigos oficiales de guerra en 1879, como es
conocidísimo, fue impuesta por grupos de poder económico ubicados, cómodamente,
lejos del campo de batalla. Fue como todas las guerras, provocada por la
codicia de empresarios de la industria y finanzas, y por los siniestros
fabricantes de armas. Confabulación que, como siempre, sabe alentar patriotismos
y patrioterías en sectores de la población, al tiempo que gran parte de la
ciudadanía rechaza los conflictos bélicos y está consciente de que la
deshumanizante competencia empresarial es real a escala mundial. Pues, una
mayoría del pueblo chileno, como del peruano y boliviano – víctima de la
insensatez política de siempre - nunca quiso la guerra, ni la quiere tampoco
ahora, a más de cien años de la Guerra del Pacífico. Pero, políticos peruanos y
chilenos de derecha, centro e izquierda, azuzan confrontaciones digitadas por
lobbystas que lucran con la guerra. La mayoría de intelectuales y periodistas
insiste en ese desatino. ¿Lóbrega confirmación de que los seres humanos
estaríamos determinados para la destrucción y autodestrucción? (Thomas Hobbes,
Sigmund Freud, Albert Einstein, Nicolás Maquiavelo, Friedrich Nietzsche y
otros). La historia guerrerista de la humanidad nos enrostra esa verdad. Y
siempre con la cínica mentira como justificación ¡Claro, si hasta la tierra
santa prometida por Dios fue tomada guerreando!
Por todo ello, la paz y no la
guerra debe ser la voz, aunque ésta sea disonante para algunos. No hay que
olvidar que jamás se pudo alcanzar la paz por medio de las armas. Felizmente,
como esperanza certera se activan movimientos pacifistas en todo el mundo y movimientos
indígenas de América (Abya Yala) no buscan poder, renuevan conducciones
políticas y quieren la paz.
¡Buena iniciativa cultural!
ResponderEliminarAsí me entero de la vida cultural cusqueña.Sigan adelante.