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FILIGRANAS PERUANAS Y LEONARDO ARANA
  

Conozco a Leonardo Arana Yampe desde hace tiempo, cuando era aún alumno en Bellas Artes; desde ese tiempo empecé a seguir sus pasos andados durante más de treinta y tres años con Filigranas Peruanas, y de esos recuerdos extraemos estas palabras. Leonardo es cusqueño (1951). Estudió en las Escuelas de Bellas Artes y de Música, no concluyó sus estudios por irregularidades en el funcionamiento académico. Viaja a Lima y estudia corto tiempo Teatro, Danza Contemporánea en la AAA. Víctor Zavala fue su maestro de teatro, también estuvo en el Teatro Universitario Cusco. Retorna a su tierra y se inscribe en los registros del Centro Qosqo de Arte Nativo donde permanece diez años como danzarín y Director del Museo e Investigación; después de algunas desavenencias renunció al cargo. A pesar de esto, por sus vínculos con el Centro Qosqo de Arte Nativo, con esperanza, solicita a esta institución le otorgue una beca, petición que fue traspapelada por celo artístico y por la miopía de querer mirar más lejos con sus propios artistas e integrantes. Se queda vacilando, mirando el rico patrimonio cultural cusqueño y danzando con el aire de sus ideas. Deambula por los centros culturales, en uno de ellos se encuentra con Ana Ojeda, que dirigía un grupo de danzantes, ella le sugiere que forme un grupo cultural de danzas y canciones.
Surge la idea de formar una Asociación que no sólo interpretara el folclor cusqueño, sino, el repertorio nacional con expresión contemporánea, sobre todo en la línea de lo tradicional y el folclor andino cusqueño. Crea la Asociación Filigranas Peruanas en 1980 y al siguiente año, el 10 de febrero, inauguran con una presentación de danzas y canciones del Perú en el Paraninfo Universitario. El anhelo era crear una empresa, pero por falta de un diseño sustentado en la economía de existencia, se convierte en una asociación sin fines de lucro, desde entonces su trabajo se proyecta hacia la comunidad. Para eso consiguen un local ubicado en la calle Arequipa, en la casa del Dr. Aragón, que facilita con muy buen agrado algunos espacios, allí permanecieron ocho años, luego se mudan al local de la Sociedad Mutua de Empleados en la calle Tecsecocha, donde se va formando el Museo del traje tradicional andino, aún sin un plan preconcebido. Después llegan con toda su indumentaria a la calle Chaparro y luego a la Calle Teatro, deambulando de un lado a otro. Su terquedad, sus sueños, no se truncan, por el contrario, le dan más fuerzas para seguir en la batalla, sin apoyo de ninguna institución estatal o privada, hasta parar finalmente en la calle Avenida Alta, donde se han instalado hasta la fecha.
Allí  mantienen unida a la gente que se ha ido agrupando poco a poco, con fe, con respeto y con la convicción de que han recorrido salvaguardando el espíritu de las danzas cusqueñas y un valioso repertorio de canciones tradicionales y costumbristas, con una unción cariñosa y conocedores de que son poseedores de una hermosa colección del vestuario cusqueño desde los incas a la actualidad, tienen piezas valiosas de mantas, vestidos de hombre y mujer, en fin, toda la indumentaria del traje tradicional cusqueño, muy bien conservado y ratificado por sus propias investigaciones.
Su acción artística se ha desplazado hacia el teatro y la danza, en las tablas teatrales presentó con éxito el drama “Ollantay” y “Valicha”. Ha dirigido en nueve ocasiones el Inti Raymi y muchos otros raymis en Cusco y provincias. Nos ha relatado a modo de anécdota, que había sido invitado a realizar el Sondor Raymi (una escenificación de la guerra de los Chancas contra los Incas), pero por sus convicciones cusqueñistas y su identificación con sus raíces, no aceptó esa insolente propuesta; y no sólo esa, sino otras, como la de Huánuco, pues, primero está su tierra, su tradición y la honestidad de cusqueño.

Entre estos recuerdos, nos cuenta que lejos de teatralizar Valicha, la convierte en un ensayo de Ballet folklórico, propuesta distinta, que con responsable preparación fue llevada a Lima y presentada en el Teatro Municipal entre 1985 y 1986. Presentación que causó revuelo y comentarios positivos de la crítica de los principales diarios capitalinos. Valicha se presentó también en escenarios como en la Concha Acústica y en el Teatro Leguía (ya desaparecido). Estos éxitos silenciosos y desconocidos para los cusqueños, que no valoraban en su verdadera dimensión su folclor, hace que la pasión de Arana, sea reivindicada  por instituciones culturales extranjeras, para lo cual es invitado a Brasil, Ecuador, Bolivia (varias veces) y Santiago de Chile. Debemos resaltar que en Bolivia se presentó acompañando al alcalde Salízar que viajó con una delegación para el hermanamiento de Cusco con Potosí (1997). Después en Ambato (Ecuador), obtiene el Premio Capulí de Oro, por su valiosa presentación. Últimamente recibe el Premio Nacional de parte del Ministerio de Cultura, Medalla de Oro, por su labor cultural y artística. MG

VENTANA DE LAS ARTES                                                              
             
                Café Cultural: SIETE y SIETE


Ubicado en el encuentro de las calles Siete Angelitos y Siete Diablitos del legendario barrio de San Blas, se ha ubicado el Café Cultural Siete y Siete, se llama así, porque hay un principio de coherencia, ¿acaso no sabemos que el siete es un número especial en la cosmovisión andina? Se nombran los siete elementos del Arco Iris, de algunas calles de Cusco, la wiphala, los hermanos Ayar, las maravillas del mundo, los que gobiernan la vida. Estos Principios que resaltan en la vida de la cosmología andina y que ahora se han convertido en singular y universal. Es un retorno a sabios principios que aplicados a la vida son útiles, pues crea equilibrio y bienestar. Por eso, el lugar se llama “Siete y Siete”, y se está convirtiendo en el lugar del encuentro, de la reciprocidad, lejos del estricto sentido comercial y utilitario, es un lugar inspirador, fraterno, para trascender como personas. Sigamos especulando con los diablitos y los angelitos, que representan los opuestos, las polarizaciones desencarnadas, el enfrentamiento, esto en el concepto religioso occidental; pero, en el Ande a partir de su cosmovisión se trata de seres que se complementan, que guían hacia la armonía, pues donde hay calor, habrá frío, donde hay riña, habrá paz, donde hay odio, habrá amor, es decir los contrarios están presentes en nuestras vidas, a esos ideales se acerca este lugar.
Su ubicación y ambientación es precisa, un balcón de donde se ve el paisaje de la arquitectura cusqueña, el paisaje urbano de día, y de noche mejor aún, con una acertada decoración muy cómodo para la bohemia, allí se encontrarán con los diablitos y los angelitos, todos artesanales, hechos por la manos de Eric Figueroa Guevara y la dirección artística de la decoradora Martha Silva. Pero, es además un lugar donde las manifestaciones culturales tienen preferencia, en su afán integrador, con una visión gastronómica que realza tanto la cultura culinaria nuestra y como la internacional. Los conductores, -apasionados por el barrio de San Blas- son Enrique Kollman y Tema Hidalgo, quienes siempre los recibirán con amabilidad y cortesía.

LIBROS Y REVISTAS
       
                 VALIOSO LIBRO SOBRE NARCISO ARÉSTEGUI 


Pablo Ojeda Vizcarra
En 1866 se inició la rebelión indígena de Huancané y Azángaro, liderada por Juan Bustamante Dueñas, precursor del indigenismo en el Sur Andino, personaje épico y brillante como escritor con numerosos libros publicados, activista político y cofundador de la Sociedad Amigos de los Indios. Como hacendado, Bustamante Dueñas, repartió sus tierras a los indígenas y luchó contra  el gamonalismo. Después de dos años de enfrentamientos entre campesinos y el ejército, fracasó la rebelión y  las poblaciones indígenas fueron masacradas. Juan Bustamante fue cruelmente asesinado.
El primer novelista indigenista Narciso Aréstegui, cusqueño nacido en el distrito de Huaro, asimilado al ejército donde alcanzó el grado de coronel, fue nombrado Prefecto de Puno en 1868, en mérito a su capacidad como abogado, escritor y cualidades de honestidad. Entre otras tareas a cumplir, tenía el encargo de investigar la masacre de Huancané y el abuso de autoridad del Coronel Andrés Recharte.
El  antropólogo Alfredo Germán Cornejo Pardo, ha publicado un libro titulado “Violencia política en el sur – andino siglo XIX. Asesinato del novelista Narciso Aréstegui Zuzunaga”, recientemente presentado en el Cusco (Casa Gracilaso 29-I-2014).  Severa investigación antropológica con análisis de documentos de la época. Ubica las circunstancias históricas de la segunda mitad del siglo XIX, la ideología demoliberal  de indígenistas como Juan Bustamante, Narciso Aréstegui y otros connotados libertarios. Relata los acontecimientos revolucionarios militaristas de la naciente república del Perú. Indaga extensamente sobre la vida y obra de Narciso Aréstegui, autor de las novelas “El Padre Horán. Escenas de la vida de Cuzco”, “El Ángel Salvador, Novela de Costumbres cuzqueñas”, “La Faustina”, “El Soldado”, “El Guardián Nacional”, el ensayo  “El Abogado”, “La Venganza de un marido” (drama escrito en prosa).
El libro es extenso y abarca 361 páginas, frondoso en historia, documentación y análisis. Novedoso e intrigante. Rotundamente esclarecedor acerca de la muerte del insigne cusqueño Narciso Aréstegui Zuzunaga, quien fue víctima de un complot criminal dirigido por el coronel Andrés Recharte  que, en complicidad con las autoridades judiciales del Tribunal Superior de Puno,  archivaron el caso, sin haber realizado  ninguna diligencia ni haber efectuado la necesaria investigación. El acucioso antropólogo y ex-docente de la Universidad Nacional del Altiplano, Alfredo Germán Cornejo Pardo, aclara la impunidad de ese crimen y desmiente a intelectuales que, en sus libros, se conformaron con afirmar que Narciso Aréstegui murió accidentalmente en el barco Yavarí, en el que festejaba los carnavales puneños, sin referirse ni por asomo a las circunstancias político-sociales de los años 1866 – 1868. Asimismo, Germán Cornejo Pardo, con ese su reverente amor a su tierra el Cusco, propone  la exhumación de los restos de Narciso Aréstegui que se encuentran en el Cementerio de Laykakota y su traslado al Cementerio de la Almudena del Cusco. Sugiere también la construcción del Mausoleo de Personalidades Ilustres de la Ciudad del Cusco.
Valioso libro que desbroza falsedades acerca de Narciso Aréstegui, escritor contestatario que se enfrentó a los grupos de poder del Sur Andino.

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