FORMA 19

FILIGRANAS PERUANAS Y LEONARDO ARANA

No podemos quedarnos en la mitad de una vida entregada a la danza, al Museo del traje cusqueño tradicional, es decir, al espíritu de una manifestación de la cultura viva y de salvaguardia del patrimonio inmaterial que Filigranas Peruanas encabezado por Leonardo Arana hacen por el Cusco. Precisamente sobre las danzas de Cusco habla Arana y nos dice: “Una característica de las danzas cusqueñas es la fusión con el canto quechua y la música, de una forma de teatralización en la variedad de sus temáticas dedicadas a los carnavales, las danzas agrícolas y rituales, al trabajo, a los animales, al pastoreo, a la siembra, el almacenaje, en fin hay una gama interminable de formas expresivas en cada una de las danzas, que además mantienen un colorido impresionante en el vestuario, que también es distinto y variado en cada zona, distrito o provincia cusqueña, igual que las músicas, acompañadas por instrumentos de ambas épocas, incásica  y de origen español, que han logrado una fusión más andina que la invasora, y con el tiempo se han convertido en tradicionales, con elementos recreados por los andinos. Por ejemplo, la danza Mestiza Qoyacha, es una expresión gráfica de esta fusión que surge desde su nombre, mestiza y qoyacha. Debemos destacar entonces que Filigranas Peruanas tiene recopiladas más de cien danzas de toda la región del Cusco, entre ellas: “Huayllas Tusuy”, (danza navideña) “Navidad Machucuna”, El Soq’a  Wayra” (Pisac), “Carnaval de Qoya”, “P’asña Marcha” (de Pomacanchi), “El Sur Sur Huaylla” (de Anta), “El Chiuchicuy” (Anta). Aquí debemos reconocer el apoyo invalorable de los asesores que tuvimos, entre ellos el Dr. Demetrio Roca Wallparimachi y Danilo Pallardel”.

LOS TRAJES TRADICIONALES DEL CUSCO

Esto merece en realidad todo un capítulo especial, pero trataremos de un modo resumido lo que nos cuenta Arana: “Como producto de nuestras investigaciones durante años, en el cual conocimos a vecinos muy mayores, músicos y personajes especiales, que aún guardan en sus viejos roperos vestidos que ya no los usan, pero sí los conservan, porque son el recuerdo de su matrimonio y eventos especiales, todos ellos, nos han mostrado en algunos casos los vestidos y en otros sólo nos han relatado sus características, colores, materiales y sus usos. Pero también nos han contado con tristeza, que cuando retornan sus hijos de Lima, éstos sienten vergüenza de que usen estos trajes, por lo tanto los han hecho desaparecer (han sido quemados) estos testimonios, aun con en el llanto de sus abuelos o madres, indicándoles que en Lima no se puede ver estos trajes, que serían una ofensa al vestir moderno y a la moda, es la estupidez de estos alienados personajes.
Luego Filigranas ha hecho confeccionar o adquirido en los mismos lugares de origen, una cantidad de mantas, lliqllas, chullos, ponchos, pantalones, montera, todos acompañados con el respectivo registro fotográfico y la ficha técnica de cada vestido. Además de estas prendas de vestir, poseen réplicas documentadas de los trajes del Inka, las Acllas, las autoridades que acompañaban al Inka; y también conservan trajes procedentes de la época colonial. Algunas prendas tienen más de cien años, pertenecen de por sí para la colección de un museo del traje que el Cusco no tiene. Por lo tanto, esta colección que es de más 150 trajes se convierte en una documentación histórica, que debe ser declarada Patrimonio Cultural, además de ser protegida y resguardada en un Museo del Estado o del Ministerio de Cultura. La Asociación se mantiene con actuaciones permanentes para el turismo, y también se ha dedicado a la bordaduría artesanal para prendas de santos cusqueños y los carguyoc. Filigranas tiene más de mil asociados hasta la fecha, actualmente trabajan cien, entre cantantes, danzarines, músicos, actores y técnicos, así como vestuaristas.
Ojalá que sus sueños se cumplan de tener un local propio donde se salvaguarde este valioso patrimonio.                                                                           MG

VENTANA DE LAS ARTES                                                            

                 Perennidad de la Poesía y el Imapimuspo:

El miércoles 19 de febrero, poetas ecuatorianos junto con escritores y artistas del Cusco se reunieron en el Auditorio del Museo Histórico Regional -Casa Garcilaso-, por los veinticinco años del Encuentro Internacional Imapimuspo, con lectura de poesía y cuentos peruanos y ecuatorianos.
En la presentación del evento, Manuel Gibaja rememoró  los caminos recorridos y el  desarrollo del Movimiento Cultural que en los años  80s se concretó en un movimiento cultural regional andino que se denominó Imapimuspo (por Imagen, Pintura Música y Poesía).
Ricardo Torres leyó sus poemas “Oda a Yaku Grande” y “Derechos Humanos”, poemas cuestionadores, que comparan con el vuelo de las alas, la libertad plena y comprende sus derechos, el derecho al amor, al placer de ser libres, pero, cuando se nombra a la Carta de los Derechos Humanos y la hipocresía de quienes la invocan falazmente.  Compartió sus memorias del quehacer artístico en Perú repasando las circunstancias sociales de hace cuarenta años,  en las que el arte tuvo que salir como voz colectiva que traspasó fronteras y superó prejuicios chauvinistas, en una lucha que plasmada en su poemario “Mientras la cadenas danzan sobre el cadáver”, fue la causa de haber perdido su libertad en manos de la dictadura gobernante de Ecuador en la década de los 70s.
Hugo Contreras recordó algunos pasajes del evento en Quito, Ecuador,  y de las vicisitudes de los viajes,  con su maleta de pinturas, teatro y cuentos; leyó los poemas “Llave Maestra” y el “Espejo de la cojera”.
Carmen Jaramillo, poeta de Otavalo, Ecuador,  habló de cómo Imapimuspo ha significado para toda una generación de artistas de Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia, un símbolo de libertad.
Leyó los poemas  “De cómo es amar a un río” y “Reencuentro”, los que plantean que el ser y el encontrar al otro  son la misma cosa, así como la interrogante existencial en “Dioses Falsos”.
Mario Guevara reconoció haber sido “descubierto” por Imapimuspo en 1.988, y refiriendo su timidez de aquellos tiempos recordó sus primeros años de escritor y caminante.  Leyó su cuento  “Noche de Brujas”, relato que mantuvo la atención del público y que se enmarca dentro de sus experiencias iniciales dentro de Imapimuspo.
Se espera que siendo un evento casi espontáneo surgido del carisma de los participantes, se consoliden las propuestas que se esbozaron en aras del movimiento Imapimuspo y que resurja como alternativa para nuevos artistas.

Libros y Revistas                                                                               

                                 POEMAS DE TANIA CASTRO


Encontré el libro de Tania Castro en el estudio de un pintor. Ojo de Agua se llama y es azul. Letras azules sobre fondo azul, azul de agua, agua de ojos. La autora se presenta a sí misma despertando al sonido y al silencio; asume el silencio, queriendo comunicarlo con paciencia y quietud de piedra bañada en luz de tarde y a la que asimila su alma. Quiere hilar el alma con la luz, humildemente, diríase que lo está logrando en el viento que le trae las voces de sus ancestros, a quienes ha amado, como los amamos todos, pero que ella no olvida, como solemos hacer los más. En la voz poesía de sus ancestros que la escritora puede escuchar en los vientos y en el agua, se recrea y anuncia que ella ha de volver también cuando alguien lea y relea sus textos, y entonces sus ojos de agua abiertos nos sonreirán como niño que cae confiado sobre la hierba dulce.
En el poema XVIII, la escritora hace un balance de lo que tiene y lo que ama,  y reconoce que ama lo que tiene. Si pudiera –dice- cambiaría el color amarillo de esta noche, por la noche de verdad, su silencio de madre para el sueño. Si pudiera, -dice-cambiaría la verdad por un par de trenzas largas a desatarse infinitamente.
En los versos de Tania Castro, luz y sombra, vida y muerte, agua y viento  son poemas y sus fantasmas se niegan a partir.  Siendo un poemario inicial, refleja inquietudes comunes y puede advertirse que por un tiempo la escritora permanecerá en ellas. Nuevos versos suyos nos dirán si su búsqueda le ha mostrado nuevos ojos de agua.
Escribe: Carmen Inés Jaramillo  (Poeta ecuatoriana)

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